En una ocasión un maestro de una escuela
inquiría a sus alumnos sobre cuál entendían ellos era el camino más
largo que debía transitar el hombre para lograr sus propósitos.
Levantando
las manos, algunos contestaron con variadas expresiones como: “Viajar
al espacio” o “ir a otros continentes”. En eso con temor reflejado en el
rostro se para un adolescente que espera la burla de sus compañeros por
lo que iba a decir. Este se expresó así: “Una vez escuché a mi padre
decirles a unos amigos que el camino más largo que el hombre debe
transitar es aquel que lleva a encontrar a Dios, y que le podía tomar
toda una vida o varias otras. En ese momento no entendía lo que quería
significar; entonces preferí dejar su interpretación para cuando fuera
yo más maduro, de modo que me permitiera descifrar mejor esta
afirmación”.
Se mantuvo un silencio expectante en el salón de clases, como si ese mutismo presagiara una profunda reflexión en todos .Cierto
es que el hombre deberá tener una firme convicción para con voluntad y
decisión encaminarse a lograr la conquista de Realización Interior, que
conlleva a encontrar a Dios a través de una búsqueda sincera .
En
el entendido, de que este sendero está plagado de abrojos y
entretenimientos, por la insidiosa naturaleza de los sentidos
corporales, y las estulticias del mal, que como sombras crean pánico y
temor al que débil se desvía con mistificada ilusión cuando se ve
acosado de engañifas formas que estimulan con placer .
Para
transitar como tal este sendero, haciéndolo más expedito, el hombre como
ser, tendrá que llevar ligero equipaje, sustrayéndose de deseos y
apegos; y como aperos del viajero prudente, una cantimplora con el agua
de la compasión para sí mismo, que pueda mitigar la ardentía por la sed
de la soledad del desierto interior; para eludir el delirio tremens, que
con insinuaciones beligerantes de la conciencia inferior se presentan,
cual batalla para no alejarse de sus pasiones mundanas, y que originan
los accidentes por la experimentación de gozo en pos de una pseudo
felicidad, la que acrecienta el dolor y sufrimientos, cuando se
desfallece por sus presiones. Sin embargo, se debe anotar como
importante, el no hacer oposición liderada por la mente y la razón, en
oposición a los complejos de culpa y de ansiedad, que por su unión con
la psique, se hacen hijos naturales de los sentimientos ocultos .
La
misma oposición se debe hacer con la sabiduría del corazón y de la
conciencia de tu Ser Supremo que discrimina, a la sazón de los sentidos
internos .
El laberinto que las pasiones animales bloquean, se
despeja con el conocimiento de la verdad, que orienta para encontrar la
luz al final del túnel, y que asistido con devoción, caridad con
servicios y obras, aseguran, que el Ángel de la Unidad, que mora en la
antesala del altar de Cristo en el corazón, abra la puerta del
tabernáculo, donde podrás adorar a Dios, en lo interno de tu ser. Y este
sendero de autorrealización, el Uno se integra a ti… ya no hay
separatividad, porque te habrás fundido en su Ser.
Fuente: Listín DiarioLesbia Gómez Suero
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